Se enfoca en el análisis químico de muestras biológicas, como la sangre, la orina y las heces, para evaluar la salud y diagnosticar enfermedades.
Abarcan una amplia gama de pruebas que proporcionan información sobre la función de diversos órganos y sistemas del cuerpo.
Perfil de química sanguínea: Esta prueba evalúa los niveles de varias sustancias químicas en la sangre, como la glucosa, el colesterol, los electrolitos (sodio, potasio, cloruro), las proteínas (albumina, globulinas), las enzimas (alanina aminotransferasa -ALT-, aspartato aminotransferasa -AST-, fosfatasa alcalina, etc.) y otros metabolitos. Estos resultados pueden ayudar a detectar trastornos metabólicos, enfermedades del hígado, riñón, corazón, páncreas, y más.
Perfil lipídico: Esta prueba mide los niveles de colesterol total, lipoproteínas de baja densidad (LDL), lipoproteínas de alta densidad (HDL) y triglicéridos en la sangre. Ayuda a evaluar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la aterosclerosis y enfermedad cardíaca coronaria.
Pruebas de función renal: Incluyen la medición de la creatinina y la urea en sangre, así como la determinación de la tasa de filtración glomerular (TFG) o el clearance de creatinina, para evaluar la función renal y detectar posibles problemas como la insuficiencia renal.
Pruebas de función hepática: Evalúan la función del hígado midiendo los niveles de enzimas hepáticas (ALT, AST, fosfatasa alcalina), bilirrubina y proteínas en la sangre. Estas pruebas ayudan a detectar enfermedades hepáticas como la hepatitis, la cirrosis y la esteatosis hepática.
Análisis de electrolitos en sangre: Mide los niveles de sodio, potasio, calcio, cloruro y otros electrolitos en la sangre para evaluar el equilibrio electrolítico del cuerpo y detectar desequilibrios que pueden indicar problemas como deshidratación, desequilibrios ácido-base, insuficiencia renal, etc.
Análisis de orina: Incluye pruebas como el análisis de sedimentación urinaria, que examina la presencia de células, cristales, bacterias y otros elementos en la orina; la medición de la densidad urinaria y el pH; y la detección de sustancias como proteínas, glucosa, cetonas, sangre, entre otros, que pueden indicar diversas condiciones médicas como infecciones del tracto urinario, diabetes, enfermedades renales, etc.
Análisis de heces: Se pueden realizar pruebas de laboratorio en muestras de heces para detectar la presencia de sangre oculta, parásitos, bacterias patógenas, y para evaluar la función digestiva y el estado de la microbiota intestinal.