TOXICOLÓGICAS

  • Última modificación de la entrada:mayo 18, 2024
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La toxicología es la rama de la ciencia que se encarga del estudio de las sustancias tóxicas, sus efectos en el organismo y los métodos para detectar y tratar la intoxicación. Los exámenes toxicológicos de laboratorio se realizan para identificar la presencia y cantidad de sustancias tóxicas en muestras biológicas, como sangre, orina o heces. 

Estos exámenes son importantes para diagnosticar intoxicaciones, monitorear el uso de drogas y evaluar la exposición a sustancias nocivas.

  1. Detección de drogas: Se utilizan para detectar la presencia de drogas ilícitas, medicamentos recetados y otros compuestos en el cuerpo. Esto puede incluir análisis de orina, sangre o cabello para identificar sustancias como marihuana, cocaína, anfetaminas, opioides, benzodiacepinas, entre otras.

  2. Pruebas de alcohol: Se realizan para medir los niveles de alcohol en sangre, generalmente a través de un análisis de sangre o aliento. Estas pruebas son útiles en casos de intoxicación aguda por alcohol y en la evaluación del consumo crónico de alcohol.

  3. Análisis de metales pesados: Se utilizan para medir la concentración de metales tóxicos como plomo, mercurio, arsénico y cadmio en muestras de sangre, orina o cabello. La exposición a estos metales puede ocurrir por contaminación ambiental, ingesta accidental o exposición ocupacional.

  4. Detección de venenos y toxinas: Se realizan pruebas para identificar la presencia de sustancias venenosas en muestras biológicas, como pesticidas, productos químicos industriales, venenos de plantas y animales, y otros compuestos tóxicos.

  5. Análisis de gases en sangre: Se utilizan para evaluar los niveles de gases como oxígeno, dióxido de carbono y monóxido de carbono en sangre. La intoxicación por monóxido de carbono es un ejemplo común donde se requiere este tipo de análisis.

  6. Detección de toxinas bacterianas y virales: Se realizan pruebas para identificar toxinas producidas por bacterias y virus, como toxinas estafilocócicas, toxina botulínica, toxina de Clostridium difficile, entre otras, en muestras de heces o sangre.

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